05 December 2006

El Camelio de Visita. Parte 1


Cameelio ¡!! Cameeelio!!!- gritaba su santa madre, pero el Camelio no escuchaba, estaba de lo mas concentrado rostizando a la hormiga, acomodaba la lupa para allá, para aca..buscando el mas potente rayo del sol y para variar … con los mocos que le colgaban como un gracioso yo-yo.
-Mueran malvadas bestias peludas - Murmuraba el Camelio, mientras en su otra mano, tenia la legión de tanques bombarderos compuesto por 13 chanchitos de tierra que había sacado de abajo del macetero donde estaba el gran gomero familiar.

¡¡¡ Chiquillo de porquería !!! – le decía doña Rosa – Te dije que no movieras ese macetero no vis’ que la tierra esta suelta –

Espera Ma’ ya entro – Atino a decirle el Camelio, quien siempre lograba que Doña Rosa terminara con los nervios azules y verdes, tomándose una agüita de hoja de naranjo para calmarse. A fin de cuentas Camelio era su único hijo pero a la edad que tenia – 6 años recién cumplidos – parecía que tuviera trillizos, por el trabajo que este le daba que hacer.

En su casa del barrio la Góndola, Doña Rosa era muy querida y conocida por sus vecinos, ya sea porque todos sabían que su esposo se había arrancado con la señora de don Giuseppe, el del quiosco, o simplemente porque era ella quien lavaba sagradamente los días Lunes; las camisetas del CDG, Club Deportivo Gondoleros, donde jugaban la mayoría de los esposos e hijos mayores de los habitantes del Barrio.

La casa del Camelio era grande, con un gran patio de fondo, donde al final de este se hallaba la muralla de ladrillos con un gran alto de malla de gallinero, donde las pelotas de la cancha del club, que estaba en el sitio de atrás, evitaban caerse a la casa, siempre y cuando el tiro no fuera muy alto.
Habían tres árboles frutales; un durazno, un Manzano y un Granado, este ultimo, favorito del Came, por sus ramas gruesas y firmes donde el podía ocultarse cuando jugaba con los chiquillos a la escondida y donde albergaba su mas secreta ambición de construirse un cuartel solo para niños.
Una inmensa variedad de plantas mantenía ese jardín trasero como el mas bello paraíso para camelio y sus amigos, donde podían encontrar toda clase de insectos, jugar a todo lo que su infantil imaginación pudiera inventar, como esa vez en que entusiasmados se juntaron para hacer experimentos combinando pétalos de rosas con polen de amapolas para hacer sus pastas de perfume que pronto venderían cuando grandes, bajo la marca: Rosalen

La casa, si bien era de madera, como la mayoría de las del barrio, era muy grande y espaciosa, admirada por los vecinos, puesto que antaño fue el caserón de un fundo, cuando toda la villa no era más que viñedos y arboledas por donde se mirara.
Aunque no eran ricos, tampoco eran pobres - Mientras tengamos para comer y vestirnos mijito, nunca hay que quejarse, porque lo que le sobra a usted aca es amor – Solía decirle Doña Rosa al Came.

La casa la había heredado don Facundo, papa de Camelio, gracias a que su Bisabuelo, peón en tiempos remotos del fundo, sorpresivamente se transformo en dueño, al morir el patrón y dejarle sus bienes, a falta de mas familia, pero como Don Facundo apenas pasaba en casa, no fue de extrañar que en forma natural pasara a ser propiedad de Doña Rosa, desde aquel día en que Don Facu se arranco con la mentada señora. Además, - decía para si misma doña rosita – si este malagradecido se fue con la otra, que le compre casita pues.

Así era la casa del Camelio Carvajal Contreras, El Came, para sus amigos; hijo de Don Facundo Carvajal, otrora presidente del Club CDG, un chiquillo conocido desde su nacimiento, cuando lo llevaban a ver deporte los domingos, como la mascota oficial del club y el pobre quedaba con su chupete lleno de polvo y tierra a la orilla de la cancha. Todos lo querían, no porque era hijo del presidente del club, sino porque desde pequeño dio a conocer su gusto por las travesuras y su ingenio, con las cuales se llevaba los aplausos de las demás viejas en la cancha que solo compadecían a Doña Rosita, cuando esta les dirigía una mirada como queriendo decir – discúlpenlo, es tan chiquito, ya aprenderá-

De piel morena aceitunada, tenia el aspecto de un pequeño zorro, con su nariz filuda, herencia de su madre, y sus ojitos almendrados y negros, siempre con su pelo peinado a lo huracán y sus piernas moreteadas o magulladas, era lo que se llama un total y completo cabro chico. Medía aprox. un metro descalzo y lo que mas lo identificaba era su total energía para hacer y deshacer durante horas sin siquiera mostrar cansancio por nada. Podría decirse que era un niño lindo… desordenado pero lindo.

Cuando pasó eso de la Señora del quiosco – Camelio siempre escuchaba esa frase cada vez que alguien hablaba de su padre – el chico tenia apenas cuatro años de edad, pero aun así, fue muy doloroso para el no ver a su padre de un día para otro, sin más explicaciones que lo que se escuchaba por ahí. Doña Rosa nunca le dijo que su papa había cambiado a su mama por otra mujer, pensaba que era lo mejor para el niño, que ya mas adelante este se enteraría, sin saber que Camelio algo ya sabia desde el mismo día que los escucho discutir en la cocina y mama gritaba
- ¡¡¡ andate, andate con ella si eso es lo que quieres pero al niño no lo vuelves a ver jamás !!!-
Era su propio secreto y Camelio, sin comprenderlo del todo se sentía grande por saber algo que supuestamente no debía.


- Ya, lavate las manos para que almorcemos – le dijo doña rosa, mientras el Came se guardaba apresuradamente los chanchitos en el bolsillo de atrás de su pantalón, antes que lo obligaran a botarlos.

Los días Domingos era especiales en casa del Came, se levantaba tarde, a veces no se lavaba la cara siquiera y ya estaba en el gran patio trasero jugando con los insectos mientras mama preparaba un abundante almuerzo que, invariablemente como hacia cada domingo desde que se quedo sola, consistía en el rico plato de porotos con riendas y harto zapallo que tanto le gustaba a Don Facu… y al camelio.

- Hoy iremos a visitar a tía Adela después de almorzar-
- Pucha mama, no me gusta ir palla’ me aburro como perro poh- además con los chiquillos teníamos planeado secuestrar la pelota si es que se les caía a los de la cancha- protesto el Came, sabiendo de antemano que su protesta seria inútil.

Al Camelio no había nada que mas le desagradara que ir un día domingo a la casa de la tía Adela, no porque esta no lo quisiera, al contrario, lo quería tanto como quería a su propio hermano, el padre del came y lo regaloneaba grandes toneladas de dulces, pastelitos, ropa nueva, juguetes.
Lo que le molestaba al Came era que tía Adela vivía en un departamento como a dos horas desde la casa en la Góndola, que había que hacer el recorrido en micro y apenas llegaban a encerrarse, su mama se lo pasaba la tarde entera hablando de la tal por cual, que lo voy a demandar, que la pensión alimenticia, que ni me escribe siquiera para saber como estoy, y esto y aquello, mientras el came se refugiaba en la pieza de alojados que existía, viendo TV hasta quedar con los ojos hinchados.
No había más niños en el block y ni siquiera había un miserable jardincito para ir a ver los bichos y distraerse un rato. O sea, se aburría como un perro en casa de la hermana de su padre, con quien Doña Rosita se llevaba muy bien y le servia de paño de lagrimas a todos sus desconsuelo.

- Los siento, pero tu tía necesita hablar conmigo urgente para pedirme un favor, así que vamos igual- le dijo su madre, mientras le servia su segundo plato de porotos.

Mientras almorzaba, camelio intentaba pensar de que forma escabullirse de la visita, intento primero con un dolor de guata, pero ese truco ya lo había practicado muchas veces, sobre todo cuando no quería comer algo que no le gustaba, así que no le dio resultado. Después le dijo a su mama que tenia algo en el pie, que le molestaba mucho al caminar, pero después de una severa inspección, doña rosa se dio cuenta de la treta y no le hizo mas caso alguno.

Al final, todo peinado, disuelto el huracán de su cabeza, cara y nariz limpios, pañuelo planchado y sus pantaloncitos cortos de verano- los otros que traía puesto quedaron en el cesto de la ropa sucia, con una crema de chanchitos aplastados en el bolsillo de atrás, Camelio salía de la casa de la mano de su madre, pensando que diablos podría decirle a los chiquillos que ya esperaban en la esquina la señal para entrar a la casa y esperar que cayera la bendita pelota que les reportaría monedas para comprar helados.
Al pasar por la esquina en dirección al paradero, al Came no le quedo otra que hacerse el ciego, cerrar los ojos y estirar una mano al aire, fingiendo que estaba enfermo de la vista y que lo llevaban al doctor, mientras su madre, intuyendo la situación, lo tomaba con mas fuerza de su mano para evitarle una caída y posterior vergüenza frente a sus amigos, con eso salvo la situación, nadie le pregunto nada y ya arriba de la micro al fin pudo abrir los ojos, centésimas de segundos antes de quedarse verdaderamente dormido.

- ¿ Mama, que favor te va a pedir la tía ? – le pregunto el came.
- No lo se mijito, – Le dijo Doña Rosa, con un leve tono de misterio - me llamo ayer muy nerviosa porque necesitaba que le ayudara con una sorpresa.

Como al Came las sorpresas de la tía Adela ya no lo “Sorprendían” no quiso preguntar mas y apoyo su cabeza en el ventanal del microbús, a la espera de quedarse dormido pronto y así acortar el viaje.

- Hijito despierta ya llegamos- lo zamarreo ligeramente y con cariño su madre después de un largo y aburrido viaje en donde el Came solo despertaba al escuchar al vendedor de helados, y mirando suplicante a su madre veía que no lograría nada, pues esta estaba completamente dormida… o parecía estarlo, nunca lograría descifrar esa incógnita que siempre sucedía cada vez que un vendedor de dulces o helados subía a la micro.

Al bajar, el came se preparo para lo que podría ser otra jornada de aburrimiento dominguero en casa de la Tía, así que camino lentamente de la mano de su madre pensando que estarían haciendo los chiquillos de la esquina sin el, capaz que hayan ideado una forma de pasarse a su casa a esperar la pelota de la cancha y así cobrar el rescate del secuestro – si lo hicieron me guardaran mi parte- pensaba el camelio, total era el dueño del patio y debían pagarle por lo menos los derechos de intromiseracion, que el calculaba debía ser la mitad de lo que los chicos pidieran por el rescate.

Así, divagando y sacando cálculos sobre lo que le podrían guardar los de la pandilla, llegaron a casa de la Tía Adela, la cual como siempre estaba esperándolos sentada en la banquita de tronco que tenia fuera de su departamento, tejiendo quien sabe que cosa.
- ¡¡¡ pero que grande que esta este chiquillo Rosaaaaa ¡!!!! . Tía Adela no cambia – pensó el came
- Hola Adelita, como estas ¿? Me tienes preocupada por tu llamada tan misteriosa-
- Pasen, pasen ¿ Almorzaron ? preguntó tía Adela al tiempo que le zarandeaba los cachetes al came y el daba un beso de esos que suenan como a tapón de baño
- Si mi linda, almorzamos y salimos para acá, el Came no hallaba la hora de llegar.. tan liiiinndo mi niño - decía Ña’ Rosita- desordenándole el huracanado pelo al mudo camelio.


Al entrar al “depto” Como le gustaba llamar el Came a la casa de la tía, esta le sirvió un juguito, con hielo y galletitas, tal y como hacia siempre que iban de visita.
- Hijo si quiere vaya a entretenerse viendo tele- le dijo su madre- mire que con la Tía debemos hablar cosas de grandes
- Si vaya mi tesoro- apoyo entusiasmada la tía al tiempo que misteriosamente mirada a su cuñada y le guiñaba un ojo.

El came fingió su más feliz sonrisa, como si lo que acababan de proponerle lo hubiera estado esperando desde que llegaron y partió a la habitación pensando en que se recostaría y dormiría para que se le pasara más rápido la tarde.

Siempre que el Came estaba aburrido y quería que el tiempo pasara rápido recurría a su infalible técnica de “ congelación de cuerpo “ la cual consistía en dejarse congelar mentalmente cada átomo de su ser para de esa forma internarse en un profundo sueño involuntario que lo teletransportara a otros mundos mas entretenidos que el actual.
Estaba pensando ya al entrar a la habitación, que esta vez le costaría mas congelarse esta vez, porque había jugado a lo mismo, camino a casa de la tía, en la micro y ya casi ni tenia sueño cuando de repente, al abrir la puerta escucho casi en un susurro:

- hola.
- Hola – dijo el came sin dar crédito a lo que sus ojos veían
- Eres Camelio verdad.. te apuesto que si, la tía ya me había dicho que llegarían..
- Si, este.. no. Eee, ósea soy el Ca-ca-.. el ca-ca-….
- ¡¡¡¡¿¿ el caca??!!!!! Así te llamas ??????
- Nooo ..el ca- Came.. así me dicen, todos me dicen Came..- corrigió a toda prisa y con la cara encendida de vergüenza.
- Entonces hola came…
- Ho- Ho- Hola.. tu quien – quien-eres??
- Me llamo Natalia, tengo 5 años y no estoy pololeando. ¿ tu estas pololeando? Le pregunto, casi sin respirar por lo rápido que hablaba, la niña pelirroja que estaba sentada al borde de la cama viendo TV y que no dejaba de mirar fijamente al Came de pies a cabeza como buscando algo que lo identificara con ella

- Popo--pololeando yo ¿??? Dijo el came en un hilo de voz y de vergüenza.- noooo como se te ocurre, no estoy pololeando por ahora.

- ¡¡ ah que bien ¡! Mira que lo que menos quiero es tener problemas con nadie eh?- le dijo desafiante la chica - al tiempo que le estiraba su blanquecina manito a manera de saludo.
Este Capitulo continuara....

¿ La prensa tiene la culpa ?

Los adolescentes actuan muchas veces por imitacion, eso no es ningun misterio.
Si un chico esta pasando por un estado depresivo, no tiene el reconocimiento de nadie en su hogar o circulo cercano, no conversa con nadie de sus dificultades, sufre continuas melancolias, bajos rendimientos escolares, sus padres solo son los que le sustentan comida y un sin fin de otros factores.....quiere decir que ese chico(a) esta absolutamente vulverable a las influencias del entorno que lo rodea, ya se la droga, la delincuencia etc.
Intentemos penetrar en la mentalidad de ese adolescente y veamos que pasa con alguien que solo necesita ser mirado, tomado en cuenta, ayudado y ve que otros, de su misma condicion y edad, comete suicidio, acaparando con esto portadas de prensa, minutos en los noticieros de TV, llanto y demostraciones de dolor por la irreparable perdida en publico, de sus seres queridos y compañeros de colegio, es decir, inconcientemente vera lo que el siempre ha querido ver pero que nunca ha querido decir: Comprension, afecto, preocupacion por su persona; cual seria su logica conclusion ?
Sin ser especialista y recordando que fuimos todos adolescentes alguna vez, seria: Cometer lo mismo que otros hacen, en este caso el Suicidio.
La prensa en su rol de comunicadores, debe velar tambien porque sus propias noticias no sean la causa de patrones conductuales en nuestros jovenes, asi como de la sociedad entera; de la forma en que se enfranta la noticia, de como hacen ver a la sociedad que estamos viviendo frente a una ola de suicidios juveniles, sin darse cuenta que mientras mas nos informan con lujo de detalles de ese dolor, mas incentivan a que esa ola nunca llegue a su fin; como el asesino en serie que despues de degollar a su tercera victima lo primero que haria seria prender el Tv y ver las noticias de su nueva conquista de atencion social que le instan a cometer su cuarto crimen para seguir con la saga del asesino perfecto que tiene cautiva a su teleaudiencia y lectores de noticiarios.
Hace poco se dio a conocer el tema del Bullying. Preocupemosnos de que no sean nuestros hijos quienes viendo tanta manifestacion de dolor y reconocimientos y alabanzas post mortem, acogan la idea y la imiten como esta sucediendo en estos dias con distintos escolares de nuestro pais. Ya van 3 Jovenes, todas escolares, todas con el mismo modus operandi....
Tendencias EMO, tristezas y agonias juveniles no estan insertas en los planes de accion de nuestra salud, depende de todos nosotros en su conjunto evitar que nuestros niños caigan en esas devastadoras tendencias como siempre imitadas, o mal imitadas como acostumbramos a hacer los Chilenos.
La Vida de un joven escolar vale mucho. Fortalezcamos los lazos. Esa es la Tarea... y a los jovenes ¡¡ paren ya esta automatanza !!! No quedan Martires contemporaneos,.....solo queda Dolor.